El Quijote cabalga en Los Andes

Por Jorge Zavaleta Alegre  

OYOLO.- En los pueblos de la sierra sur del Perú, El Quijote es una figura emblemática. El origen andino de los gobernantes latinoamericanos tiene en este siglo XXI un gran peso en la configuración de las democracias. La expresión más elocuente es Bolivia, con Evo Morales, primer presidente indígena del país altiplánico. Y las elecciones generales en el Perú confirman esta tendencia, porque los candidatos a la presidencia de la República, suelen recorrer las comunidades y distritos más alejados en un intento de conocer mejor el territorio nacional donde habitan 44 culturas diferentes, de las 400 familias lingüísticas que habitan América del Sur.

En el Perú más de la mitad de los 19 millones de electores, son poblaciones indígenas nativas, amas de casa y trabajadores agrarios o urbanos que simpatizan con las propuestas políticas que alientan el mejor aprovechamiento de los recursos naturales para construir el desarrollo local, que no se percibe a lo largo de siglos y menos en 20 años de prédica incesante sobre las bondades del libre mercado.

En este año, los pueblos ayacuchanos, ubicados al pie del volcán Sara Sara, son visitados constantemente. Si en el siglo XVI estas tierras fueron famosas porque presenciaron por primera vez en América la escenificación de“El Quijote de la Mancha”; hoy adquieren notoriedad porque Oyolo, un remoto distrito, a 18 horas de Lima, es la cuna de los Humala Tasso, familia que a través de Ollanta Moisés, ahora ex agregado militar en Francia y Seúl, tiene grandes posibilidades de que su Partido Gana Perú gane los comicios del domingo 5 de junio próximo.

Gana Perú en las elecciones de primera vuelta del 10 de abril logró una bancada de 49 congresistas de 120 miembros. Y Ollanta Humala (50), goza del mayor respaldo ciudadano, aunque las encuestas que no son muy confiables, indican que su victoria será voto a voto, contra el movimiento fujimorista Fuerza 2011, representado por la hija mayor del ciudadano japonés Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y por corrupción generalizada durante su régimen de 1990-2000.

Sin embargo, el mayor escollo para asegurar el buen futuro del Perú, es el sector empresarial de raigambre conservadora, incluyendo gran parte de la prensa, inversionistas extranjeros y partidos políticos que prefieren la continuidad del caos administrativo del país, que en la década del 1990 facilitó el ingreso del ultraliberalismo, con el consiguiente remate de las empresas públicas y la instalación de un red delincuencial codirigida por el ex capitán Montesinos, también en prisión, y que sigue actuando en los altos niveles de decisión del país.

Ollanta Humala está asociado a un levantamiento en los días finales del fujimorismo y a la asonada de Andahuaylas, que terminó con el encarcelamiento de su hermano Antauro por la muerte de varios policías. La oposición lo acusa de violación de derechos humanos en la zona amazónica de Madre Mía, donde enfrentó al senderismo terrorista. Estas acusaciones han sido deslindadas por el Poder Judicial, además el candidato goza del respaldo de las poblaciones dónde las bandas terroristas y la represión militar fueron responsables de la muerte de más de 70 mil personas.

El Quijote y la literatura peruana

En la presente campaña electoral la obra literaria de José María Arguedas y de Carlos Eduardo Zavaleta, entre otros, adquieren especial interés para reconocer que la mayor riqueza del Perú son sus diversas naciones o culturas, además de sus recursos naturales en el macizo andino y la Amazonía.

El Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, conocido ideólogo del liberalismo, tras un deslinde público, anuncia su voto a favor de Humala para consolidar la democracia, respetando los logros del libre mercado.

Ayacucho – rincón de muertos, en quechua – es una región emblemática de la historia sudamericana, porque en ella se dio en 1824 la última batalla por la independencia regional de la corona española. Y en estos tiempos electorales salen a la luz las bondades y limitaciones de provincias como la de Páucar de Sara Sara, al pie del volcán del mismo nombre, con su capital La Pauza, la ciudad Cervantina de América, y Oyolo, uno de los distritos más rebeldes.

Estas localidades han sido estudiadas por sociólogos, politólogos, antropólogos y periodistas. Recién se descubre, por ejemplo, que ni la Comisión de la Verdad y la Reconciliación llegó a Oyolo, “zona roja” en los años noventa, para inventariar la barbarie de Sendero Luminoso y de los militares. Antes, en 1914 y 1930, los campesinos se levantaron contra los “mistis” y gamonales, en épocas de sequía y fríaje, en que se agudiza la escasez de alimentos para el ganado y la población.

Durante el Virreinato, el eje del comercio mundial fluía entre España, Boston, Lima, Huamanga (capital de Ayacucho), Potosí y Buenos Aires. Pues con el tiempo, la cruz y la espada instauraron fiestas y costumbres eternas.

La Pauza, cuna de músicos y artesanos, vivió una fugaz fama literaria, que los maestros de escuela suelen repetir, como una quimera de oro. En aquella ciudad serrana, ocurrió algo histórico a partir de un 19 de octubre de 1607, por espacio de dos meses. Ese día, El Quijote de don Miguel de Cervantes, salió del libro para viajar a los andes americanos. A esa localidad había llegado el recién nombrado virrey Marqués de Montesclaros. Pues, el corregidor de Parinacochas, Pedro de Salamanca, en homenaje a la autoridad, propició la escenificación de la obra cumbre de la literatura castellana. Se trataba de la segunda puesta en escena en el mundo, después de Valladolid, en junio de 1605. A la plaza de La Pauza acudieron los españoles radicados en esa rica zona de oro y plata.

En Páucar de Sara Sara, cada 14 de septiembre, se adora al apóstol Santiago, protector de las víctimas de los “matamoros” y “mataindios”. De lejanas latitudes, retornan los hijos y amigos, con regalos y con dinero, dispuestos a mitigar la nostalgia, con misas, comilonas, bailes y corridas de toros.

A seis horas de La Pauza, un tramo en vehículo y otro a pie o en acémila, está Oyolo, uno de los 10 distritos de Páucar, que fue formado en 1572 y protegido por la imagen de San Juan. En Oyolo actualmente solo residen 700 personas y disponen de un presupuesto municipal anual de apenas medio millón de soles (150 mil dólares).

Oyolo recupera notoriedad, porque allí nacieron los Humala, que algunos lo recuerdan como “notables” o “mistis” y que abandonaron la tierra para nunca más regresar. Sin embargo, el candidato presidencial de Gana Perú, para explicar las condiciones de vida de aquella región, dice en plazas públicas que su padre Isaac conoció los zapatos recién a los 10 años.

Don Isaac Humala, es abogado, con militancia en el Partido Comunista y con su esposa Elena Taso, formaron a sus hijos en el sueño de un partido de raigambre indigenista. Los nombres de sus dos hijas, Kalia Kusikoyllur e Ima Sumac, Ollanta; y Ulises que también postuló a la presidencia con su partido Avanza País, en las elecciones del 2006, ratifican esa aspiración de servicio público. En el 2006, el aprista Alan García le ganó la presidencia a Ollanta Humala por escasa votación.

Los que se fueron de Oyolo, no lo olvidan. Es uno de los distritos rurales del macizo andino, que proporcionalmente a su población, recibe interesantes beneficios de la globalización. El único teléfono comunal en la Plaza de Armas siempre está ocupado. Las familias, hasta hace un año, esperaban remesas de sus hijos emigrantes. Pero la crisis financiera mundial, iniciada en los EEUU, ha eliminado prácticamente esa fuente de ingresos del norte del Río Bravo.

Los oyolinos ven con simpatía las propuestas nacionalistas de Gana Perú, y valoran el símbolo electoral de la olla de barro, como garantía para mantener viva esa cadena de solidaridad entre peruanos de ultramar y los que quedan perdidos en los andes, cabalgando, como El Quijote, a través de cabinas de Internet, ven que ya llegó la energía eléctrica, en gran parte con el apoyo de la mano de obra de sus moradores.

Ollanta Humala, refuerza su ideología nacionalista al afirmar que “considerará siempre al Perú, como fuente infinita de creación…”, recordando los 100 años de nacimiento del escritor de “Todas las sangres” José María Arguedas y al suscribir el Acuerdo Nacional junto con otros grupos políticos. Su objetivo es buscar la concertación como la mejor arma política para descentralizar el Estado y desarrollar las zonas rurales, empezando con educación de calidad, atención a la salud, generación de empleo para jóvenes y pensión vitalicia para los mayores de 65 años edad, de preferencia a las mujeres, más impuestos para los que más tienen, implacable guerra contra el narcotráfico y la corrupción endémica, respeto a las tratados asumidos por el Estado, ente otros puntos clave de su plan de gobierno.

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